El éxito es un objetivo deseado por la mayoría de empresas y emprendedores que empiezan un nuevo negocio. Una de las claves para alcanzarlo, y uno de los primeros requisitos para emprender un proyecto, es la creación de un buen equipo.
Las características necesarias que se deberían tener en cuenta a la hora de formar un equipo se podrían resumir en cuatro puntos:
- Espíritu de equipo. Es imprescindible que todos los miembros sepan trabajar en grupo, trabajar con un compañero que va por libre es una tarea bastante complicada puesto que la falta de comunicación es un obstáculo difícil de sortear.
- Talento. El sueño de toda persona es montar un negocio con sus amigos de toda la vida, pero, a la hora de la verdad, hay que saber que, para que un negocio vaya bien, se necesita talento, y si tus incondicionales no son los más capacitados para el negocio, quizás deberías buscar un equipo con más potencial.
Tus mejores amigos a lo mejor no son los más indicados para desarrollar tu negocio, pero eso no quiere decir que no hagas amistades en el trabajo
- Buen ambiente. La ilusión es un factor esencial a la hora de emprender y por ello, en tu lugar de trabajo, no debe de haber nada que te quite las ganas de seguir con el proyecto. En el párrafo anterior hablábamos de que tus mejores amigos a lo mejor no son los más indicados para desarrollar tu negocio, pero eso no quiere decir que no hagas amistades en el trabajo.
- Motivación. La confianza por llegar a la meta y las ganas de hacerlo de la mejor manera posible hacen de un equipo corriente un equipo ganador. Es imprescindible tener un apoyo en el equipo cuando las cosas no van tan bien; recuerda que no todo es un camino de rosas a la hora de emprender.
Los equipos efectivos tienen varios elementos básicos en común, como la colaboración, la toma de decisiones participativa, un compromiso con los objetivos comunes, el aprendizaje continuo, la apertura a nuevas ideas, la capacidad de adaptarse a circunstancias imprevistas y la voluntad de aceptar la diversidad.
Jon Katzenbach y Douglas Smith, autores del libro “The Wisdom of Teams” (“La Sabiduría de los Equipos”) ilustran el concepto de trabajo en equipo como un triángulo con el compromiso en la base, habilidades y responsabilidades como los dos lados y el resultado del rendimiento en la parte superior. Por lo tanto, mientras más comprometido, capacitado y responsable sea un equipo, es más exitoso.
Además de lo anterior, hay otros factores fundamentales para que un buen equipo pueda ser considerado tal, es decir:
Jon Katzenbach y Douglas Smith, autores del libro “The Wisdom of Teams” (“La Sabiduría de los Equipos”) ilustran el concepto de trabajo en equipo como un triángulo con el compromiso en la base, habilidades y responsabilidades como los dos lados y el resultado del rendimiento en la parte superior. Por lo tanto, mientras más comprometido, capacitado y responsable sea un equipo, es más exitoso.
Además de lo anterior, hay otros factores fundamentales para que un buen equipo pueda ser considerado tal, es decir:
- El buen liderazgo. El liderazgo efectivo es la piedra angular de un grupo motivado. Un buen líder predica con el ejemplo, tiene las habilidades necesarias para establecer ejemplos de desempeño y pone el grupo por encima de las aspiraciones individuales. Sin un líder con principios y eficaz para guiar al grupo, el equipo podría desintegrarse en discordia. El liderazgo que inspira y motiva construye un equipo más cohesionado que se centra en resultados de calidad.
El liderazgo que inspira y motiva construye un equipo más cohesionado que se centra en resultados de calidad
- Aprender a escuchar. Debes tener en cuenta que será muy probable que las personas de tu equipo no estén de acuerdo con alguna de tus ideas. Debes aprender a escuchar y valorar los distintos puntos de vista para que, al final, se tome la decisión que más favorezca al equipo, aunque eso implique desarrollar una idea que no sea la tuya.
- Olvidar protagonismos. Es importante recordar que cuando se trabaja en equipo no existe un protagonista, el trabajo es de todas las personas, aunque sean de distintas áreas y no dediquen la misma cantidad de tiempo en sus actividades correspondientes. Nunca será el trabajo de una persona más importante que el de otra. El objetivo de este punto es lograr que los integrantes del equipo en lugar de decir “mi equipo” digan “nuestro equipo”, porque al final los logros o fracasos pertenecen a todos.
Es importante recordar que cuando se trabaja en equipo no existe un protagonista, el trabajo es de todas las personas
- Comunicación asertiva. La comunicación siempre será una clave importante en cualquier actividad que se realice, una buena comunicación ayuda a reducir errores y crear nuevas estrategias. Tener un flujo de información efectivo generará mayor confianza y apoyo entre los miembros del equipo, logrando así mismo cumplir con todos los objetivos.
- No dejarse llevar por los sentimientos. Habrá ocasiones en que serás compañero de personas que no te agradan, esto es muy común y debes ser capaz de dejar tus juicios y sentimientos a un lado para poder trabajar en equipo. Hay cosas que nunca podrás cambiar, pero sí puedes cambiar tu forma de relacionarte con esa persona y debes de encontrar la forma de ponerte de acuerdo con ella para lograr cumplir los objetivos del equipo.
Por Juan Carlos Valda
Fuente: Humanas
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