Por Prof. Luis Miravalles
Electricista

Cuadro de situación

Resuena con aire de esperanza la posible reversión del decreciente aprovechamiento de mano de obra y maquinaria existente. Dicho en otras palabras, “si las máquinas paradas arrancan de nuevo, habrá trabajo para todos”, afirmación, esta, potenciada por el no menos reciente descubrimiento de que “son las pymes la principal fuente de trabajo”, cuyo corolario sería: “si hay trabajo para todos, la economía se levanta”, y así sucesivamente.
Tuerca al rojo cereza por insuficiente apretado y/o par galvánico cobre-aluminio

Abordaremos en esta nota la restauración de lo existente y la modernización de lo que se pueda, aprovechando la experiencia que nos brindasen transiciones anteriores, a pesar de nuevos desafíos entre los que se cuentan: cables falsificados que al tomar carga se prenderán fuego; incremento de los niveles de cortocircuito, de lo que devendrá destrucción de aparatos de maniobra y protección; inestabilidad de las redes de transmisión eléctrica, causante de interrupciones prolongadas en el tiempo y enormes en su extensión territorial, paradojalmente en circunstancias de subdemanda, y desentrenamiento del personal por falta de ejercitación.
Y como si todo lo mencionado fuese poco, se deberá considerar que si la demanda se incrementase a causa de un mayor aprovechamiento de la capacidad instalada, será posible que los grandes generadores no la acompañen, como históricamente sucede, con su consecuente requerimiento de grupos electrógenos [1] para enfrentar los previsibles cortes rotativos en el caso altamente probable de que la producción de electricidad no acompañase dicho incremento, teniendo especialmente en cuenta la posibilidad de desacomodamientos financieros vinculados a posibles regulaciones tarifarias.
A las dudas anteriores, se les van sumando muchas otras que inducen a “desensillar hasta que aclare”. Sin embargo, nosotros, imitando a nuestros clientes, los empresarios pyme preferimos la acción, nos surgen algunas preguntas seguidas de sus, aunque condicionadas, respuestas.

Conexión de puesta a tierra muy expuesta sobre columna de iluminación

¿En frío o en caliente?

Sin duda alguna, a los instaladores nos convendrá siempre restaurar y modernizar con la planta fuera de servicio, con un proyecto ejecutivo en la mano y un adelanto en el bolsillo, pero ocurre que los empresarios pyme suelen insistir en que se mantenga en servicio lo que se pueda hasta sus últimas consecuencias, así que en estos casos seremos requeridos recién cuando la reactivación tenga efecto y cuyo incremento de cargas conduzca a efectos tales como los que visibiliza la imagen 1. Peor, lo que invisibiliza la imagen 2. ¿Cuánto va a durar la efectividad de esa puesta a tierra? [2], porque su carencia no es advertida por la protección diferencial hasta que alguien “se liga la patada”.

¿Antes, durante o después?

Con razonamiento similar al aplicado en la anterior respuesta, seguro que nos inclinaremos por la primera opción, pero la dura realidad nos conducirá, con suerte, a la segunda o, si no, a tener que actuar después del desastre. De nosotros depende advertir a nuestro cliente acerca de los beneficios de prevenir, o sea de “curarse en salud”.

¿Restaurar o modernizar?

Ambas cosas, aunque lo primero ya se puede ir haciendo mientras que la modernización requiere inversión, la que a su vez demanda crédito por ahora inexistente.

Conclusiones

Creemos que la restauración es inexorable pero que su camino es riesgoso (urgencia del comitente para puestas en servicio a las apuradas, por ejemplo).

Observaciones

Tablero antiguo: ¿te atreverías a reponerlo en servicio así como está?

Las mayoría de las pymes están en condiciones más que oportunas para dar el salto modernizador, habida cuenta de que su forzada y prolongada recesión sumió su equipamiento en la obsolescencia. Para modernizar, hará falta apoyo financiero inteligentemente diseñado, eficazmente administrado y rígidamente controlado.

Recomendaciones

Tomar cuidadosamente todos los recaudos de aseguramiento antes de comenzar las obras, de todas las medidas de prevención y seguridad durante la ejecución de los trabajos, y de seguimiento y control del funcionamiento de las instalaciones, sabiendo que esto último, correctamente llevado a cabo, favorecerá futuras contrataciones.

* Estuvimos a punto de titular esta nota “Capacidad ociosa”, pero nos disuadió el Prof. Emérito de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, J. C. Chervatin, acerca de la positiva concepción del ocio aplicado a la industria del turismo.