Trabajos con tensión en media tensión, importancia de una normativa nacional

Luego de más de cuarenta años de dedicación al TcT, encuentro necesario comentar de que manera influye la legislación nacional sobre la forma en que se implementa y realiza este tipo de trabajos.
Comenzaremos comentando que sin lugar a duda existen intereses contrapuestos entre quienes fabrican y venden equipos para TcT, las empresas propietarias de instalaciones que pretenden llevar adelante sus mantenimientos mediante estas técnicas y las empresas de servicios que realizan en forma efectiva tales tareas. Cada una de ellas tiene sus propios intereses que podríamos resumir en:

Por otra parte, están presentes algunas legislaciones locales que establecen requisitos mínimos a cumplir, pero sin las precisiones del caso. De esta manera, el TcT transcurre de una manera que resulta favorable a la ocurrencia de accidentes.

Si revisamos las normas existentes en los países más avanzados en la materia, nos encontraremos que las normas de implementación del TcT son en realidad normas de seguridad. El objetivo de las mismas es establecer pautas básicas que obliguen a quienes realicen TcT a llevarlo adelante de una manera segura. Para ello definen claramente a que se denomina TcT y cuál es el alcance de estos trabajos. De la misma manera se establece que son los trabajos en proximidad de tensión y los requisitos a cumplir para desarrollar trabajos tanto con tensión como en proximidad de tensión.
A partir de lo anterior se deja muy claro cómo se debe capacitar y habilitar a quienes efectúen estas tareas y quienes están en condiciones de hacerlo.
Otro punto muy importante, es establecer los requisitos a cumplir por las herramientas y equipos a utilizar. Los ensayos de recepción, los ensayos periódicos y las normas a aplicar en cada caso.
Se establece, además, como deben implementarse los TcT y las responsabilidades de las personas intervinientes.

Hacemos mención de esta normativa a fin de comentar como surge una norma nacional, con todos los errores, omisiones e inconvenientes de aplicación de algo naciente. Pero algo que dio como resultado un importante punto de partida y que significó una herramienta significativa en la lucha por llegar a establecer un TcT más seguro y más ajustado a la idiosincrasia de la Argentina.
La Normativa Argentina surge del seno de la Comisión 21 de la AEA (Asociación Electrotécnica Argentina) la cual está integrada por especialistas en el tema pertenecientes a empresas públicas y privadas de la Argentina, como así también por fabricantes de equipos, representantes de fabricantes del extranjero, especialistas en seguridad y consultores independientes de reconocida trayectoria.
Esta comisión redactó el documento inicial y posteriormente la SRT (Superintendencia de Riesgos del Trabajo) lo adoptó como tal y mediante la Resolución 594/2004 se transformó en una reglamentación de carácter obligatorio para el desarrollo del TcT en Argentina.
Debemos tener claro, que esta reglamentación es un documento que surge del consenso del seno de la Comisión 21 de la AEA, por lo que muchos de los puntos merecen ser revisados y ajustados a medida que la realidad del país va cambiando y esto es lo que sucede por lo que estamos en esa etapa de revisión y próximamente esperamos tener una nueva reglamentación con importantes cambios.
No obstante, comentaremos lo que está vigente y haremos las críticas del caso.

El Jefe de Servicio, el Jefe de Trabajo y el OCOR (Organismo que Coordina la Operación de la Red) son los tres pilares de la seguridad de las personas que realizan TcT. Veamos las funciones y responsabilidades de cada uno de ellos y por qué decimos que constituyen las piezas claves de la seguridad de nuestra normativa.
El Jefe de Servicio es la persona designada por la empresa propietaria o concesionaria de la red como responsable de una instalación o de un conjunto de instalaciones cuyos límites están perfectamente definidos.
Es decir, es la máxima autoridad de la empresa propietario o concesionaria de la red y sus responsabilidades en lo referente al TcT son las siguientes:

Puede delegar todas o parte de las funciones asignadas y referidas a TcT a otra persona u otras personas o área de la empresa, pero no delega sus responsabilidades tanto civiles como penales.
El Jefe de Trabajo es aquella persona que cumple la función de velar por la seguridad del personal, la integridad de los bienes y materiales que serán utilizados durante el desarrollo de un TcT.
Esta persona deberá tener una habilitación adecuada para TcT y será designado por su empresa, en función de los trabajos que deba realizar.
Es decir, es la máxima autoridad en el lugar de trabajo y sus responsabilidades son:

El Jefe de Trabajo debe asegurar una dirección efectiva de las tareas y supervisar permanentemente el trabajo. En consecuencia, durante el desarrollo del mismo no realizará tarea manual alguna. Además, será responsable de las medidas de todo orden que atañen a velar por la seguridad en el lugar.
El OCOR (Organismo que Coordina la Operación de la Red) tiene a su cargo el control operativo de la red de la empresa propietaria o concesionaria. En algunos lugares se denomina centro de control o centro operativo.
Desde el punto de vista del TcT sus responsabilidades son:

3.2.1. Autorización para trabajar con tensión – Licencia: documento o registro por el cual el OCOR autoriza a un responsable o Jefe de Trabajo especialmente designado, para ejecutar un TcT determinado sobre una instalación determinada.
3.2.2. Instrucción de servicio para trabajar con tensión: documento escrito, de carácter permanente, aprobado por la empresa, donde deben estar establecidos los métodos operativos (MO) o las condiciones de ejecución de los trabajos (CET) a utilizar de acuerdo con el tipo de instalaciones a mantener y las restricciones y prohibiciones propias de la empresa.
3.2.3. Condiciones atmosféricas desfavorables: se establece que las mismas son precipitaciones atmosféricas, niebla espesa, tormenta y viento violento. Se definen las mismas y se establece cuando no puede realizarse TcT.
3.2.4. Distancias de seguridad: se define como distancias de seguridad a la separación mínima medida entre cualquier punto a tensión plena y la parte más próxima del cuerpo del operario o de las herramientas no aisladas por él utilizadas, en la situación más desfavorable que pudiera producirse.
Cada empresa fijará en sus métodos operativos o normas de procedimiento las distancias de seguridad según sea el método de trabajo (a distancia, a potencial o a contacto) según la tabla 1.

Niveles de tensión	Distancias mínimas
de 0 a 50 V	Ninguna
más de 50 V y hasta 1 kV	0,80 m
más de 1 kV y hasta 33 kV	0,80 m (1)
más de 33 kV y hasta 66 kV	0,90 m (2)
más de 66 kV y hasta 132 kV	1,50 m (2)
más de 132 kV y hasta 150 kV	1,65 m (2)
más de 150 kV y hasta 220 kV	2,10 m (2)
más de 220 kV y hasta 330 kV	2,90 m (2)
más de 332 kV y hasta 500 kV	3,60 m (2)
(1) Esta distancia puede reducirse a 0,60 m por colocación sobre los objetos con tensión de pantallas aislantes de adecuado nivel de aislación y cuando no existan rejas metálicas conectadas a tierra que se interpongan entre el elemento con tensión y los trabajadores. (2) Sólo para trabajos a distancia. No se tendrán en cuenta para trabajos a potencial.

3.2.5. Habilitación: todo el personal seleccionado para realizar TcT deberá estar específicamente habilitado por la empresa ejecutante del mismo. Para dicho fin, las empresas propietarias o concesionarias que decidan efectuar TcT mediante terceros, deberán previamente verificar que las habilitaciones de su personal se ajusten a las condiciones del presente reglamento.
Para lograr esta habilitación el personal deberá ser:

Para cada uno de estos puntos la reglamentación establece los lineamientos mínimos a cumplir y finalmente deja muy claro que quien tiene la responsabilidad por el cumplimiento de los puntos antes mencionados es el Jefe de Servicio.
3.2.6. Materiales y herramientas: el material y herramientas para TcT ingresados a la empresa, serán sometidos a inspecciones y ensayos de acuerdo con lo especificado en las correspondientes Normas IEC (International Electotechnical Commission), debiendo contar cada una o cada lote con el correspondiente certificado de calidad.
Es decir, se puede comprar herramientas y materiales fabricados de acuerdo a otras normas, pero los ensayos de recepción y periódicos deben responder a las Normas IEC.
Además, cada tipo de utensilio o herramienta deberá contar con la respectiva ficha técnica, donde se asentarán como mínimo:

Las fichas técnicas deben especificar, además, claramente las condiciones:

Los ensayos podrán efectuarse en laboratorios propios o externos.

Material	Ensayos/controles	Periodicidad
Guantes aislantes para trabajos en media tensión	Ensayo de aislación (después de limpieza)	3 meses
Protectores de brazos	Ensayo de aislación (después de limpieza)	6 meses
Sogas aislantes aptas para utilizar con partes energizadas para media, alta y muy alta tensión (excluye soga de servicio)	Dieléctrico	6 meses
	Dieléctrico con equipo portátil	Antes de cada trabajo
Protectores y mantas aislantes	Ensayo de aislación (después de limpieza)	1 año
Pértigas, tensores, crucetas, mástiles, escaleras aislantes	Ensayo de aislación (después de limpieza)	2 años
Vestimenta conductora incluye: traje guantes, medias y calzado	Ensayo de conductividad (después de limpieza)	6 meses

3.2.7. Verificaciones en el lugar de trabajo: El Jefe de Trabajo debe:

Como surge de lo antes expuesto, al tener la máxima autoridad de la empresa (Jefe de Servicio) la responsabilidad tanto civil como penal por todo lo referente a la implementación del TcT sobre las instalaciones a su cargo ya sea con personal propio como por terceros, esto garantiza un celo muy grande respecto al estricto cumplimiento de la norma vigente.
Seguramente el Jefe de Servicio se asegurará de que todo el proceso de selección, capacitación y revisión del personal sea llevado a cabo de la manera mas exigente posible a fin de contar con un equipo de trabajo de primera calidad.
De la misma manera, tendrá muy presente todo el proceso de compra de equipos y ensayo de los mismos a fin de que se realice de acuerdo a la norma correspondiente y en los tiempos establecidos en la misma.
Finalmente, revisará minuciosamente los procedimientos e instructivos establecidos para llevar adelante las tareas asegurándose que la forma de desarrollar el TcT sea la más segura.
Por otra parte, al delegar toda la responsabilidad en el terreno al Jefe de Trabajo, este tendrá una actitud mucho mas severa respecto a personas y equipos. Es decir, no realizará un trabajo si todos los medios a su cargo no están en las condiciones establecidas en la norma.
En síntesis, la realización efectiva de los trabajos bajo esta óptica asegura un grado de seguridad muy importante.

Cuando efectuamos una muy rápida recorrida por la normativa europea nos encontramos que la existencia del Mercado Común Europeo los ha llevado a establecer normas comunes a fin de favorecer el intercambio en todo su ámbito. En lo referente a TcT, CENELEC (Comité Europeo para la Normalización Electrotécnica) es quien redacta las Normas Europeas (EN) y en particular para el TcT aplica la Norma EN 50110 “Explotación de instalaciones eléctricas” que tiene capítulos específicos dedicados a este tema. Lo interesante, es que una de las condiciones impuestas es que los países miembros tienen la obligación de adoptarlas, pudiendo avanzar, es decir siendo más restrictivos.
En esta norma se rescata en el caso de Francia la creación de un “Comité de Trabajos en Tensión” este comité dentro de sus funciones tiene las de:

Como vemos nada queda librado a la voluntad tanto de las empresas propietarias o concesionarias de las instalaciones ni tampoco de las empresas contratistas que ejecutan TcT.
Por otra parte, dentro de los aspectos de la norma rescatamos la figura del Jefe de Trabajo quien tiene un papel similar al antes explicado en la Normativa Argentina.

La inexistencia de una norma que regule el TcT y la necesidad de las empresas de implementar el mismo nos llevan a pensar en dos soluciones para este problema. La primera, contratar a empresas de servicio tanto locales como extranjeras con experiencia en mantenimientos con tensión. La segunda posibilidad es recurrir a proveedores de equipos para TcT y que estos envíen sus capacitadores a preparar a los operarios que realizaban tareas sin tensión y formarlos para ejecutar TcT.
En el caso de la contratación a terceros y de no contar con una norma regulatoria de la actividad, estos la llevarán delante de acuerdo a sus modalidades, pero al no estar exigidos de cumplir con ningún requisito lo harán de la manera más conveniente a sus intereses. Esto no significa que lo llevaran delante de una manera irresponsable, pero utilizaran los métodos más económicos, ensayando los equipos y herramientas cuando estimen que puedan presentar problemas, pero sin la obligatoriedad de hacerlo en períodos perfectamente establecidos. Por otra parte, tomarán experiencias de otros países que resulten mas económicas y las implementarán adaptándolas a las condiciones locales sin análisis profundos y sin tener en cuenta la mano de obra local que con su idiosincrasia las llevará a la práctica. Todo esto, implica asumir importantes riesgos que frecuentemente terminan en accidentes.
Si por el contrario optamos por solicitar a quienes nos proveen los equipos la capacitación para trabajar con los mismos, debemos ser muy cuidadosos y comenzar por capacitar al personal que debe encarar la compra de los equipos a fin de que efectúen una compra a conciencia apoyados en normas internacionales evitando la compra de equipos que al resultar mas económicos no respeten la calidad mínima exigida a nivel internacional. Posteriormente, debemos exigir a quienes nos capaciten basarse en lo existente a nivel internacional. En especial, revisar desde el punto psicológico si las personas propuestas para el TcT poseen las competencias necesarias para llevar adelante el mismo. La experiencia nos demuestra, que en general los capacitadores se limitan a explicar de que manera llevar adelante la tarea y los cuidados mas elementales sin opinar sobre la conformación de los equipos de trabajo y en particular de cada uno de sus integrantes.
Como podemos concluir, si existiese una Norma nacional que regule la actividad la mayoría de los puntos antes comentados estarían salvados.

Como surge de todo lo expuesto, creemos haber dado suficientes argumentos como para tener claro que la implementación de los Trabajos con Tensión en un país necesariamente debería estar ligada al desarrollo de una normativa nacional que establezca claramente las responsabilidades tanto civiles como penales por su incumplimiento y que vincule estas responsabilidades a los máximos directivos de las empresas y además, que asegure una realización de los mismos con personal correctamente seleccionado y capacitado, con herramientas de calidad y que se ensayen en forma periódica y con procedimientos e instructivos acordes a la idiosincrasia del lugar.